Al pensar en MARCELINO SANZ DE SAUTUOLA, es inevitable ligar su figura a la de la famosa cueva cántabra de ALTAMIRA. Sin embargo, pocos son los que hacen la misma asociación con la conocida saga de banqueros de los BOTÍN, ligados al BANCO SANTANDER desde que, en 1909, Emilio Botín López se pusiera al frente de la presidencia de la entidad.
Si recordamos cómo fue el hallazgo del lugar y las maravillosas pinturas que alberga, el protagonismo lo cobra la hija de Marcelino, María, que al grito de “¡Mira papá, bueyes! “ descubrió una de las joyas del arte prehistórico. Esta niña es la abuela de Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos, el actual presidente del Santander que, ligado a la tradición del descubrimiento de la cueva, aceptó recientemente ocupar un importante cargo de gestión en el PATRONATO DE ALTAMIRA siguiendo, por tanto, “atado” a larga tradición que ha unido a su familia con el magnífico hallazgo de la Prehistoria.
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Imagen: Arriba, a la izquierda Marcelino Sanz de Sautuola quien junto con su hija María (abajo) descubrió las bellas pinturas de la cueva de Altamira. A la derecha, Emilio Botín, descendiente de los anteriores y actual presidente del Banco Santander.
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4 comentarios:
Muy interesante jeje
La verdad es que resulta curioso ver cómo un personaje tan de actualidad está tan estrechamente vinculado al famoso hallazgo prehistórico. Pocos lo podrían imaginar.
Gracias por tu comentario.
Los Saenz de Santuola eran ya una familia adinerada en aquel entonces y por mucho que lo he pensado me cuesta creer la idilica historia del perrito que se pierde y la chica que entra y cuenta a sus mayores que ha visto bueyes... que el descubrimiento de las pinturas fue casual... sin duda... pero que fuese la chica.... parece mas bien una invencion de sus mayores que rapidamente debieron darse cuenta del potencial del descubrimiento que probablemente algun pastor o campesino debio comunicar a los aristocratas..
A esto que indica, se debe añadir que Marcelino Sanz de Sautuola era un erudito en temas relacionados con la antropología, un dato importante a tener en cuenta ya que siempre se piensa en él como el típico campesino de pueblo que cuando vió la cueva no tenía ni idea de qué se trataba.
¿Fue la niña realmente la que lo descubrió? Nosotros no lo podemos saber con certeza, pero tiene razón en que el relato de una pobre niña descubriendo una cueva prehistórica, al grito de una frase que se convertiría en mítica, es algo muy atractivo.
Gracias por su comentario.
Un saludo!
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