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En febrero de 1790 nacía, en Cádiz, un niño al que se le llamó Juan, hijo de unos modestos comerciantes que poseían una tienda de telas. Su vida no sería fácil debido a la escasez de recursos de su familia, que ni se pudieron permitir costearle los estudios, lo que no fue un impedimento para que llegase a alcanzar su sueño: ser un destacado político, que intentó llevar a su país por la costosa senda liberal.
En febrero de 1790 nacía, en Cádiz, un niño al que se le llamó Juan, hijo de unos modestos comerciantes que poseían una tienda de telas. Su vida no sería fácil debido a la escasez de recursos de su familia, que ni se pudieron permitir costearle los estudios, lo que no fue un impedimento para que llegase a alcanzar su sueño: ser un destacado político, que intentó llevar a su país por la costosa senda liberal.
Gracias a su empeño consiguió aprender varios idiomas y conocer en profundidad los asuntos relacionados con la economía, lo que, sin duda, marcaría un antes y un después en su vida. Estuvo presente en la mayoría de los acontecimientos que marcaron la Historia de España en la primera mitad del s.XIX, siendo su astucia en la participación de los mismos lo que le hizo granjearse una gran fortuna, y el apoyo de muchos que le comenzaron a considerar como la referencia política de los liberales españoles. Por ello su caso es atípico: llegó a ser, incluso, primer ministro, sin ser noble o cortesano, ni militar, político profesional o funcionario. Simplemente fue un astuto hombre de comercio que supo aprovechar las oportunidades que el destino le ofrecía. Al final de su vida descubrió que su empeño no agradó a muchos, lo que le valió granjearse las enemistades de varios sectores no afines a las innovadoras reformas liberales que trató de llevar a cabo, entre las que destaca la famosa DESAMORTIZACIÓN de los bienes eclesiásticos que realizó en 1834, en el reinado de Isabel II.
Hombre corpulento y de considerable altura (superaba los 1,90 m.), de apabullante voz, gran aplomo, magnífica oratoria… causaba una impresión inigualable a los que estaban a su alrededor. Decían los madrileños, a los que gobernó durante varios años, que nadie aparte de él portaba las más bellas y mejores cortadas levitas de la ciudad, que lucía con especial gracia. Y fue precisamente esto, su porte y su arrogancia, destacando su gran altura, lo que le valió el mote de D. JUAN Y MEDIO.
Ese frío día del segundo mes de 1790 nacía JUAN ÁLVAREZ DE MENDIZÁBAL.
Bibliografía:
*DEL CORRAL, J: La vida cotidiana en el Madrid del s.XIX, Madrid, Ediciones La Librería, 2001.
*LÓPEZ ARRIBA, P: “Juan Álvarez y Méndez, Mendizábal (1790-1853)” [en línea], La Ilustración Liberal [enlace]
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26 comentarios:
Astuto, elegante, un hombre que se hizo a si mismo: Don Juan y Medio era imponente y ademas parece haber sido todo un Señor.
Besos y buen fin de semana, CG!
Sin duda, Carolina, has dado con la clave del personaje: "SE HIZO A SÍ MISMO", algo que, en muchas ocasiones, no es fácil, y menos cuando se habla de las complejas esferas del poder.
Gracias por tu comentario, y ¡feliz fin de semana para tí también!
Y qué hombre tan guapo a juzgar por el retrato, madame! Por lo visto lo tenía todo. Era Juan y Medio y casi Dos Juanes :)
Feliz fin de semana, madame
bisous
Aunque se puede discutir, su iniciativa más conocida, la desamortización, bien intencionada, sin duda, tuvo efectos modestos, incluso parcialmente contrarios a su intención, porque parte de lo expropiado paso de la Iglesia a latifundistas y no pequeños propietarios, y sobre todo, se perdió un enorme patrimonio cultural. Monasterios, conventos, y grandes obras se desmontaron como material de obra para nuevas construcciones. No fue esa, creo, la intención de este hombre, que no deja de ser un personaje ilustre. Sus restos, como merece, están en el Panteón de hombres ilustres. Me ha gustado mucho como has escrito tu artículo. Un saludo, amiga.
@ desdelaterraza:
La cuestión de las desamortizaciones es un tema muy complejo. El objetivo principal que quería conseguir Mendizábal era sanear la economía del país, que estaba pasando por unos momentos no muy boyantes.
La iniciativa fue buena pero los resultados, como bien apunta, no tanto. Efectivamente, sólo sirvió para hacer más ricos a los que ya lo eran y para generar una inusitada polémica que, en los días finales de su vida, le costó el desprecio de muchos. Un desapego hacia su figura que aún siguen teniendo muchos que no concen a fondo su proyecto.
Y tiene razón, sus restos descansan en el PANTEÓN DE HOMBRES ILUSTRES de Madrid, un lugar que, desgraciadamente, no es muy conocido, pero que no deja de impresionar.
Me alegra que le haya gustado la entrada sobre Mendizábal.
Gracias por el comentario, y feliz fin de semana.
@ La Dame Masqué:
Pues sí madame, observando el retrato de Mendizábal vemos que tiene una apariencia de galán... Con razón le llamaban JUAN Y MEDIO, y es que habría que verle, tan gallardo él, paseando por las calles del Madrid del s.XIX... ¡¡Más de un suspiro femenino arrancaría!!.
Es una lástma que el retrato que se ha hecho más popular de él sea uno en el que ya aparece mayor y vejado. ¡Juventud, divino tesoro!
Gracias por su comentario y ¡feliz fin de semana!
Hola
Estoy muy agradecida de que haya leído mi blog y claro, de que lo haya comentado.
Su blog es maravilloso y acerca personaje del que hablo, me recordó el dicho de QUERER ES PODER y un gran ejemplo fue él.
Hasta pronto.
Buena entrada, habia oido hablar de un tal Juan y Medio en la historia de España que no tenia nada que ver con el de la tele. Usted me lo ha puesto en el mapa.
Saludos.
PD: Por si le interesa, le invito cordialmente a visitar mi blog.
Estupendo post de D. Juan y Medio y mágnifica narración. Este Sr. debía ser impresionante verlo y llamaría la atención por donde pisara, no solo por su buen vestir, si no por su porte y altura en esa epoca.
Un abrazo
@AnGie SuGary:
Me alegra que te haya gustado mi blog, ya sabes que estás invitada a pasarte por aquí cuando quieras ¡bienvenida!
Un saludo, y gracias por tu comentario.
@Lorenzo:
Pues ya ve, este Juan y Medio del que había oído hablar no era otro que el mismísimo Mendizábal.
El de la tele, ¡quién sabe!, quizás haya tomado su nombre artístico de este ilustre político del s.XIX...sorpresas que nos da la Historia...
Gracias por su comentario y ¡bienvenido a este blog!
P.S: Con mucho gusto pasaré a visitar su blog.
@Julia:
Me alegra que te haya gustado esta entrada.
Imagina cómo sería verlo pasear por el Madrid del s.XIX, con ese porte. Una lástima, como he dicho más arriba, que las imágenes que nos hayan llegado de él sean de una etapa más tardía de su vida, donde esa lozanía ya estaba perdida, pero nos queda el retrato de este post...
Un saludo, y gracias por tu comentario.
Todo un personaje al que desconocía. Tuvo que ser una persona emprendedora y arrojada para llegar llegar hasta donde llegó por sus propios medios y tesón.
Saludos
Fue un personaje significativo en la Historia de España al que, desgraciadamente, sólo se le conoce por la polémica desamortización de los bienes eclesiásticos que realizó en el reinado de Isabel II y que le valió la ruptura de las relaciones con la Iglesia, pero su trabajo, como se puede comprobar, no sólo se redujo a eso.
Gracias por tu comentario.
Un saludo!
Un personaje asombroso ciertamente. Sobre todo por su surgimiento, hacerse a si mismo no era nada fácil en esos tiempo!!!
No lo conocía, pero me ha llamado mucho la atención, veré que mas puedo averiguar de él.
Un Saludo.
Uriel
Si te interesa este personaje, tendrás muchas obras para leer, ya que en España es un hombre muy conocido.
Me alegra que te haga gustado descubrir a Mendizábal... alias D. Juan y Medio, :D
Un saludo, y ¡gracias por tu comentario!
Era Juan y Medio no solo por su estatura, que en aquellos años tenia que impresionar, si no ademas por sus ideas, inteligencia y sentido de los negocios.
Algo conocía de este político Gaditano, pero tu presentación me ha ilustrado, de una forma amena.
Un abrazo.
Tienes toda la razón, no sólo su estatura era grande, su inteligencia y pasión por las cosas que hacía igual.
Me alegro que te haya gustado la entrada y que hayas aprendido con ella más sobre este personaje.
Un saludo y ¡bienvenido a este blog!
Excelente blog, voy a seguirte.
Un abrazo desde Argentina.
Humberto.
Breve y sencillo acercamiento a quien sería uno de los protagonistas de nuestro s. XIX.
Bonito y sugerente título el de tu blog.
¡Un saludo!
@Humberto:
Un placer que le guste mi blog, aquí tendrá siempre un sitio donde curiosear sobre la Historia ¡BIENVENIDO!
Le devuelvo el abrazo, desde España.
@Negrevernis:
Me alegra que le guste mi blog, y también esta entrada sobre Mendizábal.
Gracias por el comentario.
Un saludo y ¡bienvenida a este blog!
Un placer pasar por aquí y encontrar artículos tan interesantes como este de Mendizábal. Tienes un seguidor más y prometo volver. Abrazos.
El placer es mío por leerle y saber que le gusta lo que escribo.
Gracias por el comentario y ¡bienvenido al blog!
Siempre he tenido por bienintencionada, útil y necesaria la acción desamortizadora de Mendizábal. Otros comentaristas y tú mismo ya habéis precisado bastante bien las razones de la frustración de aquella reorientación y puesta en uso de los bienes requisados a la Iglesia. Recuerdo en mis años escolares lo mal que hablaban de él los eclesiásticos, lo cual andando el tiempo adulto me puso en la pista de que si la tarea de Mendizábal había caído mal entre el clero es porque tenía que haber algo interesante y positivo detrás.
Sabido es que los avances de la ciencia y de las conquistas sociales hay que leerlas en la historia en una relación inversamente proporcional a los criterios y prácticas de la institución "divina". Y ya vas por el buen camino.
Un abrazo.
Si de algo se puede calificar la desamortización de Mendizábal, sin duda, es de NECESARIA. La economía española, en esos años, era realmente deficiente y más de la mitad de las tierras estaban en manos de un clero que no sacaba provecho de ellas.
La intención de Mendizábal fue buena, pero la acogida no tanto. Incluso en la actualidad se sigue maltratando su figura. Yo salí del Instituto pensando que era un personaje nefasto, hasta que llegué a la Universidad y pude profundizar más en los males de la época y en el por qué de sus acciones.
Muchas gracias por el comentario.
Un saludo!
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