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Tito Flavio Domiciano fue uno de los emperadores más paranoicos que rigió los destinos del Imperio Romano (81-96 d.C). Muchísimas han sido las para extravagancias que ya desde su juventud osaba hacer y padecer a los que le rodeaban. Sin embargo, muchas, por desgracia, fueron comunes a sus antecesores y sucesores, por lo que no llaman tanto la atención.
Una de sus excentricidades era la afición que tenía a cazar moscas para luego matarlas clavándolas una fina aguja. El que a Domiciano le encantaba el sufrimiento ajeno no era desconocido para nadie, de hecho, fue uno de los emperadores que más potenciaron los juegos que se celebraban en el anfiteatro, donde él mismo protestaba si el espectáculo no había sido lo suficientemente sangriento y cruel. Sin embargo, pocos imaginaban que sus paranoias llegaran a tal extremo que pasara horas y horas aislado en sus dependencias tratando de capturar a estos insectos para luego “empalarlos”
Vibio Crispo, un hombre cercano a él, con la ironía que le caracterizaba, cuando un día le preguntaron si había alguien acompañando en ese momento al emperador, contestó “No, ni siquiera una mosca”, frase que adquirió una notable fama y que evidenciaba que esta poco común costumbre del emperador (así como también otras) no era ajena a las personas que le rodeaban.
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Bibliografía:
*SUETONIO: Vida de los Doce Césares: Domiciano (trad. AGUDO, R. Mª), Madrid, Ed. Gredos, 1982.
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Tito Flavio Domiciano fue uno de los emperadores más paranoicos que rigió los destinos del Imperio Romano (81-96 d.C). Muchísimas han sido las para extravagancias que ya desde su juventud osaba hacer y padecer a los que le rodeaban. Sin embargo, muchas, por desgracia, fueron comunes a sus antecesores y sucesores, por lo que no llaman tanto la atención.
Una de sus excentricidades era la afición que tenía a cazar moscas para luego matarlas clavándolas una fina aguja. El que a Domiciano le encantaba el sufrimiento ajeno no era desconocido para nadie, de hecho, fue uno de los emperadores que más potenciaron los juegos que se celebraban en el anfiteatro, donde él mismo protestaba si el espectáculo no había sido lo suficientemente sangriento y cruel. Sin embargo, pocos imaginaban que sus paranoias llegaran a tal extremo que pasara horas y horas aislado en sus dependencias tratando de capturar a estos insectos para luego “empalarlos”
Vibio Crispo, un hombre cercano a él, con la ironía que le caracterizaba, cuando un día le preguntaron si había alguien acompañando en ese momento al emperador, contestó “No, ni siquiera una mosca”, frase que adquirió una notable fama y que evidenciaba que esta poco común costumbre del emperador (así como también otras) no era ajena a las personas que le rodeaban.
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Bibliografía:
*SUETONIO: Vida de los Doce Césares: Domiciano (trad. AGUDO, R. Mª), Madrid, Ed. Gredos, 1982.
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30 comentarios:
Supongo que toda una vida a la sombra de su padre Vespasiano y de su hermano Tito le dejaron huella, algunos ecritores antiguos lo equiparan su vileza con las de Calígula o Nerón...
Todo un personaje.
Un abrazo :-))
Efectivamente, muchos le han comparado con Calígula o Nerón debido a su extraño carácter.
El supremo poder que ostentaban hizo que muchos emperadores dejaran a su libre albedrío las excentricidades de su carácter, como bien se puede apreciar en este ejemplo.
Gracias por tu comentario.
Un saludo!
Vileza o locura... Con algunos de los emperadores romanos no se sabe.
Un saludo.
En algunos, como creo que es este caso, ¡¡las dos!!
Un saludo, y gracias por tu comentario.
No sé lo que genera el sadismo, la locura o el poder... la mayoria de los emperadores romanos estaban tarados, no solo hacian sufrir a desconocidos, si no tambien envenenaban o mataban a familiares y amigos... algunos de ellos tambien sucumbian.
Un saludo
Curioso. Luego vendrían otros que matarían moscas a cañonazos aunque esa es otra historia me temo.
Buen domingo.
@Mariac:
... la mayoría de los emperadores romanos, y de otros monarcas que, antes o después que ellos, han gobernando diferentes territorios. Parece que el poder tiene un veneno que todos sucumben a tomar y que les lleva a perder la cordura.
Gracias por tu comentario.
Un saludo!
@ Lorenzo:
¡¡Tantos personajes históricos, con importancia vital en el devenir de sus territorios, y haciendo cosas tan extrañas!!
Roma, desgraciadamente, no es ni muchísimo menos una excepción.
Gracias por tu comentario, y feliz domingo para tí también.
Menudo elemento; no me extraña, si no recuerdo mal, que fuera, ya muerto, objeto de la "damnatio memoriae".
Hace tiempo que no se te leía, bienvenida. Un abrazo.
Es cierto, se le hizo una damnatio memoriae. A pesar de ello, hay que recordar que aunque las élites le despreciaran, el pueblo le adoraba y es que hay que tener en cuenta que fue uno de los emperadores que más circo les dio y, a muchos, con eso les bastaba.
Y sí, he estado unas semanas desaparecida por los exámenes que me han robado mucho tiempo, pero ya he vuelto, :)
Un saludo, y gracias por tu comentario.
Uno de los tantos emperadores chiflados más dedicados a sus perversiones y diversiones que a gobernar el Imperio y que llevarona a una lenta decadencia a la antaño gloriosa Roma.
Un saludo.
Si las arcas del Imperio se hubieran dedicado a cosas más productivas que dar "pan y circo" a un pueblo sediento de ello, Roma no habría entrado en esa espantosa decadencia causada también, como bien apuntas, por muchos ineptos en el poder.
Un saludo, y gracias por tu comentario.
Una extraña afición la de las moscas...
La decadencia romana justamente comenzó por gobernantes como este.
Saludos
Lo cierto es que sí, no sé que pasaría por la cabeza de Domiciano, para aficionarse a esta extraña práctica...
Gracias por tu comentario.
Un saludo!
Buena anécdota la de Domiciano, y eso que los Flavios eran hombres comunes y del pueblo y menos maniáticos, pero con este se rompió el molde. Eso sí, los Flavios le gustaban como nadie los juegos en el anfiteatro.
Aprovecho para despedirme por un tiempo; acaba el curso y cogemos vacaciones, así que me esconderé en la playa alejado de todos los medios informáticos. Nos volvemos a ver en septiembre. Un fuerte abrazo.
Si este hombre era aficionado a echar a las fauces de las fieras a los critianos qué no haría con simples moscas... Actualmente podría trabajar de fumigador, jejej
Saludos
Pinceladas de Historia Bejarana
@Paco Hidalgo:
Me alegra que la curiosidad haya sido de tu agrado.
Yo también me iré dentro de nada por un vieje de estudios y desconectaré de la tecnología.
Pasa unos agradables días de playa y, sobre todo, descansa.
Un saludo!
@Carmen Béjar:
Tienes toda la razón, Carmen, aunque mejor no pensar en sus víctimas humanas y el trato cruel que sufrían y con el que muchos disfrutaban.
Un saludo, y gracias por tu comentario
Una afición que tenía en común con Luis XV, aunque el rey de Francia no las empalaba, sino que se conformaba con cazarlas.
Bueno, hay diversiones extrañas, madame, desde luego. Y esta es una de ellas.
Feliz tarde
Bisous
¡Qué me dice, madame! No tenía ni idea que Luis XV también tuviera afición con estos insectos. Curioso punto en común entre estos dos hombres.
Gracias por su comentario, y feliz tarde para usted también.
Hola CG, bien por tu vuelta!
Eran tan crueles... ni las moscas se salvaban.
Aunque, pensandolo bien, yo tambien cazaba moscas con un frasco (en mi infancia) me quede pensando... tendre algun gen en comun con Domiciano? XD XD
Un placer pasar por aqui.
Besos.
Yo creo que en nuestra infancia todos hemos hecho cosas raras con los bichitos, ya sean moscas, hormigas, mariposas... lo grave sería que en la edad adulta lo siguiéramos haciendo, :D
Gracias por tu comentario.
Un saludo!
La solidez del Imperio Romano queda demostrada cuando, teniendo a tales emperadores, duró todavía siglos.
Saludos.
Es cierto que el Imperio Romano duró cientos de años, pero en esta época las señales de decadencia se hacían cada vez más evidentes, lo que no le impidió, sin embargo, lograr sobrevivir algún siglo más.
Un saludo, y gracias por tu comentario.
Hay que estar mal de la cabeza. Ayer mismo entró un grillo en mi habitación y las pasé canutas para agarrarle y sacarlo a terraza. Pobrecito. Persigo a las mosacas y a las avispas cuando se cuelan. Pero no las mato :)
Un abrazo
¡¡Ay!! Si Domiciano hubiese pillado a ese pobre grillito..., :D
Gracias por tu comentario.
Un saludo!
Enhorabuena por el blog, C.G. Aparicio, mis felicitaciones.
Pese a seguir tu blog desde hace tiempo, hoy me he decidido a comentar. Y es que el tema del post de hoy lo conocía a través del interesantísimo libro que me atrevo a recomendar; se trata de la obra de J. C. McKeown, " Gabinete de curiosidades romanas. Relatos extraños y hechos sorprendentes", de reciente publicación en la edit. Crítica. En la página 302 se incluye también otra anécdota sobre las "habilidades" de este emperador usando como diana las manos de sus esclavos. ¡Una joya el personaje!
El autor, profesor de Cultura Clásica, hace un excelente recorrido por aspectos sorprendentes de la antigua Roma, desmontando viejas creencias y describiendo la realidad del mundo antigua con increíble amenidad.
Espero que este comentario pueda ser de utilidad.
Un saludo.
Interesante referencia bibliográfica la que nos remite. No conocía el libro pero no dude en que pasará por mis manos en breve.
Sin duda, Domiciano, así como otros emperadores romanos, fue un personaje complejo. Esta y otras muchas más anécdotas (como la que usted bien nos cita), lo demuestran.
Me alegro que le guste mi blog.
Queda invitado a participar en él con sus comentarios cuando guste ¡¡bienvenido!!
Un saludo!
Hola,
Desde un aprendiz de historia, me permito recomendar un libro sobre el pensamiento en Roma; espero que os guste,
Un saludo,
Jose
http://josearnedo.blogspot.com/2011/04/jesus-mosterin-historia-del-pensamiento.html
Muchas gracias Jose, por esa referencia. Tiene muy buena pinta, sin duda.
Gracias por tu comentario ¡¡bienvenido a este blog!!
Un saludo!
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