*[Mis curiosos]*

La primera prótesis de la Historia

-
En la necrópolis de Tebas (Luxor), en la tumba de la hija de un Sumo Sacerdote egipcio, se ha encontrado la que, hasta el momento, se ha considerado la prótesis más antigua de la Historia. Al parecer, la joven TABAKETENMUT (se cree que pudo vivir entre el 950 y el 710 a.C), debido a la diabetes que padecía, sufrió una gangrena isquémica que le produjo la pérdida de un dedo del pie. Por ello, recurrió a un postizo de esta extremidad, hecho con madera y cuero, para poder caminar correctamente.
Para comprobar si realmente la prótesis era funcional, se trabajó con voluntarios a los que les faltaba el dedo gordo del pie derecho. El experimento tuvo una respuesta positiva ya que los afectados afirmaron que el ingenio diseñado por los egipcios les era de gran ayuda para poder caminar. Así, la existencia de este elemento nos muestra el gran conocimiento sobre la anatomía humana que se tenía en el Antiguo Egipto.
Un sorprende hallazgo, sin duda.
-
Fuentes:
-

Il Pasquino


Grabado de época moderna de Il Pasquino,
rodeado de los papeles satíricos
-
La RAE define “pasquín” como un “escrito anónimo que se fija en sitio público, con expresiones satíricas contra el Gobierno o contra una persona particular o corporación determinada”. Asimismo, nos informa que su origen deriva del latín “Pasquino”, que según afirma era una “estatua, en Roma, en la cual solían fijarse libelos o escritos satíricos”.
¿Por qué se le llamó así a la escultura? ¿Quién era IL PASQUINO? Hay diferentes versiones sobre su identidad, algunas apuntan a que hace referencia a un personaje sacado El Decamerón de Bocaccio, otros que era un artesano romano, un barbero, un maestro, e, incluso, hay versiones que afirman que era un sastre de la Corte. Sea como fuere, nuestro protagonista se llamaba Pasquino y sus sátiras y ataques tanto al poder real como al de la Iglesia, le granjearon una gran fama en la Ciudad Eterna.
En 1501, se encontró una estatua antigua en la calle donde Pasquino residía. Era una escultura de, aproximadamente, el s.III a.C, muy deteriorada, cuya temática no está clara, pero que parece representar a un guerrero heleno, siendo  la teoría de que es Menelao defendiendo el cuerpo muerto de Patroclo, la más aceptada. Al pueblo no le gustó, sin embargo, el Cardenal Caraffa se negó a esconderla y mandó exponerla, sobre un pedestal, en una de las esquinas del PALACIO BRASCHI.
La escultura se empezó a conocer con el nombre de Il Pasquino en honor al mordaz romano que residía en la vía donde se halló, aunque también algunos, los que apoyan la teoría de que Paquino era un maestro, afirman que fueron los alumnos de este los que, viendo que el hombre representado en la escultura tenía un curioso parecido con su educador, la pusieron ese apelativo.
Con el paso del tiempo, se tomó la costumbre de adornar la escultura con papeles anónimos cargados de ironía que atacaban a los mandatarios, a personajes importantes de la ciudad… apoyándose en que la persona los firmaba era el mismísimo Pasquino (ya muerto cuando se encontró la piedra), por lo que a estos escritos se les pasó a conocer con el nombre de PAQUINADAS [1].

Il Pasquino, actualmente
 Fueron varias las “estatuas parlantes” (como se las pasó a conocer), que, como esta, adornaban el centro de Roma y que eran adornadas con críticas, casi siempre en verso, que atacaban con malicia la corrupción de las clases dominantes, sin perder, eso sí, el sentido del humor. Sin embargo, la de Il Paschino fue la que más fama adquirió. Los poderosos de la ciudad, que eran, evidentemente, los perjudicados con estas críticas intentaron frenar la fama de las estatuas parlantes, prohibiendo que se colocaran papeles en ellas y multando al que lo hiciera, e, incluso, en ocasiones, llegando a decretar la destrucción de las esculturas. Sin embargo, aún hoy, siglos después, muchas siguen “hablando” de los temas más candentes de la actualidad romana, con el mismo tono irónico con el que se popularizaron el s.XVI.
-
[1] Uno de los más conocidos pasquines fue el que se colgó de esta estatua manifestando la corrupción de los Barberini, que estaban destruyendo valiosas obras de la Antigüedad: Quod non fecerunt babari, fecerunt Barberini”.
-
Fuentes:
 -

Rastas

-
Bob Marley
Las rastas son cada una de las trenzas que, siendo cardadas, forman un característico peinado. Normalmente, a las personas que las llevan los calificamos de “rastafaris”, pero pocos podrían imaginar cual es el origen de tan curioso “look”.
Para entenderlo, primero debemos comprender un movimiento socio-cultural y religioso que surgió en la zona de Jamaica en torno a 1930, que se conoció como “movimiento rastafari”. Tiempo antes de esta fecha, el jamaicano Marcus Garvey comenzó a difundir el mensaje de la creación de un país negro que estuviera fuera de la dominación blanca que durante tantos años les había hostigado. Creía, asimismo, que aparecería un rey negro descendiente de Salomón y la Reina de Saba que libertaría a la raza negra. A ese mesías le personificaron en la figura del Ras (“príncipe”) Tafari Makonnen que en 1930, con el nombre de Haile Selassie, se proclamó emperador de Etiopía, la que ellos consideraban como “tierra elegida”. Fue entonces cuando los jamaicanos vieron más cerca la profecía de la liberación y cuando comenzaron a movilizarse.
A los seguidores de este movimiento que veía al Ras Tafari como el elegido para librar de la opresión a los negros y del que esperaban la señal para que comenzara su éxodo a Etiopía, se les pasó a conocer como RASTAS. El movimiento, lógicamente, es mucho más complejo, pero estas breves líneas nos ayudan a comprender la idea general.
Como todos los movimientos socio-culturales, hubo una serie de elementos que distinguieron a estos rastas, como el fumar marihuana (creían  que su consumo ayudaba a la meditación, la reflexión), escuchar lo que se conoció como “música reggae” (ellos la identificaban como “canto de Dios”), y llevar los colores que consideraban de la “Tierra Madre” de Etiopía: verde, amarillo y rojo. Por otro lado, para vestir, optaban por las prendas anchas, hechas de fibras vegetales y en el peinado llevan las originales rastas, de las que hemos comenzado hablando, que representaban el cabello del león de Judah. Ahí está el origen del peinado: querían asemejarse a este animal, que identificaban con el Ras Tafari. 
El personaje rasta más conocido quizás sea Bob Marley que encarna a la perfección el espíritu de este movimiento.

Bandera Rastafari, tricolor,  con
la figura del león de Judáh
Todos estos aspectos, unidos a su forma de entender la existencia humana, libre de opresión, pobreza, desigualdad… llevaron a que lo rastafari se convirtiera en un estilo de vida que aún hoy sigue estando muy presente y que ha llegado a alcanzar tal popularidad que muchas de las “tribus urbanas” actuales adoptan símbolos de estos rastafaris para diferenciarse del resto, aunque lo cierto es que no lo hacen manteniendo el espíritu del verdadero rasta, sino como un elemento estético más.
-
Fuentes:
-

La muerte de Fernando el Católico

-
En 1505, un año después de la muerte de Isabel la Católica, Fernando II de Aragón y V de Castilla, con 53 años de edad, contraía matrimonio con Germana de Foix, 36 años más joven que él.
La francesa, a pesar de la edad del monarca, se empeñó en tener descendencia con él y, para ello, intentado aliviar el paso de los años, utilizó cuantos tratamientos eran conocidos en la época para mejorar su potencia sexual. De hecho, era ella misma la que le preparaba extrañas mezclas a base de cantáridas (un insecto de la zona mediterránea) para que las tomara. Otras crónicas nos informan que, además de este producto, también ingería un cocimiento a base de testículos de toro. Al parecer, todos estos remedios naturales dieron su resultado ya que, en 1509, Germana de Foix parió un niño, Juan, que, sin embargo, murió a las pocas horas de nacer. Así, la noble gala volvió a su empeño de volver a quedar preñada, por lo que su esposo hubo de ceder a volver a ingerir los ungüentos afrodisiacos.
El 23 de enero de 1516, Fernando el Católico, con 64 años de edad, cuando iba de camino al monasterio de Guadalupe, hizo una breve parada y tomó los “potajes” para satisfacer a su fogosa esposa. Sin embargo, ingirió una sobredosis del producto, lo que le provocó una hemorragia cerebral que acabó con su vida.
Es curioso, pero, además, años antes del fallecimiento, un adivino le había vaticinado que moriría en Madrigal (Ávila), por lo que el rey se cuidó mucho de no acercarse a ese lugar: el sitio donde murió sería Madrigalejo (Cáceres).
-
Fuentes:
*VALLEDOR, A: Envenenamientos por animales, Madrid, Ed. Díaz de Santos, 1994.
*MISRAHI, A: En la cocina de Afrodita, Barcelona, Ed. Robinbook, 2008.
-
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...